miércoles, 12 de enero de 2011

Desierto de Gobi

En el corazón de Asia, entre Mongolia y China, se extiende el Gran Desierto de Gobi (Gobi en mongol significa 'desierto'), y, como buen desierto, no es un lugar en el que gustaría quedarte… ¿encerrado?

 

Ocupando un 30% de la superficie del país, el Desierto de Gobi es una extensión de tierra enorme, de los desiertos más grandes del planeta. Ocupa el sexto lugar en los desiertos del mundo por extensión, detrás del desierto arábigo, el líbico, el australiano (este ocupa casi toda la isla), el sáhara y el más grande, el antártico.

Sus temperaturas son dignas de no querer pasar por ahí mucho tiempo, ya que en verano se pueden alcanzar fácilmente los 38º, mientras que en invierno se le da la vuelta al termómetro hasta alcanzar los -40ºC. Sin embargo, el desierto de Gobi es de un interés especial para los historiadores y arqueólogos, sobre todo desde que Marco Polo fuera el primer europeo en estudiarlo en el siglo XIII. En este desierto se han encontrado numerosos fósiles, incluyendo los primeros huevos de dinosaurio descubiertos.

Este descubrimiento comenzó en 1920, cuando unos paleontólogos viajaban en caravana por el desierto y quedaron atascados en la arena. Tuvieron que hacer noche allí, pero ningunó se quejó cuando descubrieron un enorme yacimiento. Se recogieron numerosos cráneos de lagartos y despues afloraron esqueletos de dinosaurios (como los proceratops).

Esto se mantuvo así en buena parte porque los desiertos tienen buenas condiciones para la fosilización, ya que cuando un animal muere su cuerpo es rápidamente tapado por la arena, momificado, evitando la descomposición de la materia.

http://espaciociencia.com/desierto-de-gobi/

Karina Rubio
C.I: 17.678.915

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