domingo, 13 de marzo de 2011

Importante hallazgo paleontológico


La paleontología es una ciencia poco conocida a nivel popular. Por lo general los asociados al estudio de gigantescos esqueletos de animales desaparecidos hace millones de años, y que hoy los científicos exponen en los museos de Historia Natural. Muchos de nosotros habremos visto en visitas a Museos como el de La Plata o el de Parque Centenario, en Capital Federal, estos majestuosos esqueletos armados y exhibidos en amplias salas, como así también otros especimenes reconstruidos a sus formas primitivas, y que no son extraños a la fauna actual. Algunos comparables en sus formas, como el Equus pampeaus y el Caballo actual, o el elefante y el mastodonte. Todo encierra una interesante historia, digna de nuestros museos y los cultores de esta ciencia.

Al fin de precisar algo más sobre esta apasionante ciencia y las curiosidades que ella guarda en sus entrañas, diremos que la paleontología se ocupa de reconstruir la historia de la vida sobre la tierra, sobre la base de restos fósiles de huesos, esqueletos, trazas, etc. que se hallan en el subsuelo terrestre, a la espera de ser sacadas a la luz en algún descubrimiento paleontológico.

Los fósiles son los documentos con los cuales el paleontólogo estudia y reconstruye el pasado, y que se hallan sepultados en ese archivo natural que es la corteza terrestre. Los mismos pueden ser de origen animal o vegetal. De estos últimos conocemos los bosques petrificados y organismos botánicos, como polen esporas, etc.; prueba de antiquísima flora.

La paleontología está, pues, relacionada con la biología y la geología; pues de ellas estudia el científico las características fisiológicas y morfológicas de los organismos que vivieron en el pasado, como así las relaciones con el medio ambiente en que habitaron y las leyes de evolución que rigieron su existencia, desarrollo y extinción.

Esta ciencia, como tal, tuvo su origen en el siglo XIX, pues se considera al zoólogo francés Georges Cuvier como el padre de la paleontología moderna, mientras que otro sabio no menos conocido, el naturalistas Charles Darwin, revolucionó al mundo en 1859 con su teoría de la evolución. En nuestro país tuvimos una eminente figura que descolló internacionalmente en este campo, y que fue el recordado sabio Florentino Ameghino, de quien el pasado 6 de agosto se cumplieron 70 años de su fallecimiento.

La obra de Ameghino fue monumental, tanto en su amplitud -179 trabajos escritos- como en su aporte al conocimiento de las faunas de mamíferos fósiles de las eras Terciaria y Cuaternaria en la Argentina.

La ciudad de Necochea tuvo el honor de recibir a este sabio argentino, en una visita que esté hizo en abril de 1909, efectuando en esa oportunidad un importante descubrimiento para la ciencia Argentina. Dicho hallazgo fue realizado en las inmediaciones del balneario, donde actualmente confluyen las calles 79 y 4 de la Villa Díaz Vélez; y consistió en el descubrimiento de un cráneo humano fósil, que Ameghino llevó a Buenos Aires para estudiar y completar su teoría sobre el hombre. Hoy día puede apreciarse dicho cráneo en las vitrinas del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia", como fiel testimonio de la historia, justamente con escritos sobre el particular, que ilustran sobre la presencia del sabio Ameghino en Necochea.

En ese entonces residía en esta ciudad un médico y naturalista, amigo y compañero de innumerables búsquedas de fósiles del sabio Ameghino, el Dr. Rodolfo Faggioli. A su directa intervención y amistad que unía a ambos, se debió la visita del genial paleontólogo argentino que hiciera a esta ciudad con el objeto de dar con el paradero de interesantes elementos fósiles que descubrió en aquel momento; como asimismo a fin de examinar la rica y valiosa colección que el Dr. Faggioli poseía en su domicilio, producto de sus intensas búsquedas en nuestro litoral atlántico y en el río Quequén Grande.

Como testimonios de gratitud y a fin de perdurar en el recuerdo, de estos dos grandes cultores de la paleontología, la ciudad de Necochea a través de sus instituciones, pueblo y Municipalidad- impuso en su momento el nombre de Florentino Ameghino a la calle- pasaje 81 bis, y el Dr. Rodolfo Faggioli, a la actual calle 8, ambas de la zona balnearia.

De la colecciones que reuniera el Dr. Faggioli, a su fallecimiento, muchas fueron vendidas, mientras que otras lograron conservarse en la ciudad, nuevamente gracias a la intervención de sus habitantes, sus instituciones y su Comuna. Hoy se hallan en dependencias del Museo de Ciencias Naturales de Necochea, Institución nacida en un grupo de jóvenes estudiantes que decidieron proseguir aquella obra dejada por sus mayores, de desentrañar las incógnitas de nuestro pasado prehistórico. En este año en que la ciudad de Necochea cumple su primer centenario, en oportunidad para que nuevamente sus pobladores perpetúen la continuidad de una interesante actividad científica en pro del desarrollo cultural de una gran Nación.


http://www.telpin.com.ar/InternetEducativa/Proyectos/2006/HISTORIASPAGO/hallazgos.htm

Karina Rubio
C.I: 17.678.915
EES

1 comentario:

  1. Hola Karina: Te felicito por el interesante artículo publicado, en especial cuando hacés mención al Dr.Rodolfo Faggioli(del cual estoy escribiendo una biografia).Me gustaria contactarte para hablar sobre estos temas. Gracias. Jorge Nista.-

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